Sable de Simón Bolívar

Sable de Simón Bolívar

El sable fue obsequiado al Libertador Simón Bolívar por el presidente de Haití, Alexandre Pétion, en el momento que se realizaba la Segunda Expedición de los Cayos (1816).

Posteriormente, Bolívar la obsequia al general Jacinto Lara y este al coronel Pedro Guas. Luego pasó a manos del coronel Juan Rubina; este a su vez la dio al Conde José Carrillo y Albornoz.

Al morir, su bisnieta, Adelaida Schmidt, lo donó en 1927 al Senado de la República del Perú. Finalmente, este lo cede al Museo Nacional de Arqueología, Antropología e Historia del Perú, donde hoy se conserva.